La floración es el momento culminante para algunas especies de árboles.
En general, podemos decir que el abonado excesivo perjudica la floración y el cuajado de los frutos, ya que incita al árbol a desarrollar yemas de vegetación.
Por eso, es muy importante regular el abonado en estos árboles, especialmente en los que el objetivo es además obtener frutos.
Si queremos que nuestros árboles florezcan bien, lo más importante es el abonado de otoño.
Como norma general, no abonaremos los frutales hasta que los frutos hayan cuajado, hasta que estos empiecen a consolidar su desarrollo. Y, aún así abonaremos controladamente, ya que un exceso de abono puede hacer que nuestros árboles suelten sus frutos.
El tipo de abono que usaremos en los frutales y árboles en flor es también distinto del que usaremos en los demás árboles: utilizaremos abonos ricos en fósforos y potasio y bajos en nitrógeno.
Para abonar bien los árboles de flor, es imprescindible saber cuando forman las yemas de flor. Durante este periodo, evitaremos los abonados fuertes, ya que podrían incitar al árbol a formar yemas de flor.
En la siguiente página encontraremos una tabla de la época de floración y de formación de las yemas de flor.